EL GRAN RETO DEL PROYECTO FUE CONSEGUIR UNA CASA CON LA MÁXIMA OCUPACIÓN POSIBLE, ORIENTADA AL SUR CON UNA FUERTE CONEXIÓN CON EL JARDÍN Y LA MONTAÑA CREANDO VISUALES EN FUNCIÓN DE LOS USOS INTERIORES Y EXTERIORES DE LOS ESPACIOS.
Los ventanales dispuestos hacia el sur son protegidos por un porche donde contemplar las vistas desde el exterior. La gran altura del porche permite dejar pasar la luz en invierno y proteger del sol en verano al llegar los rayos de sol en posición más vertical.
El impacto de la casa sobre el terreno es prácticamente nulo al ser una vivienda de planta baja con garaje también sobre rasante y planta bajo cubierta. Su baja altura permite adaptarse y respetar las edificaciones vecinas minimizando el impacto sobre ellas.